El factor sostenibilidad es uno de los principales hoy en día al momento de la construcción de una casa. Es por eso que el término “passive house” o casa pasiva está sonando cada vez más en las inmobiliarias y usuarios preocupados con el medio ambiente y su preservación.
El término se refiere a aquellos hogares elaborados en base a varias estrategias arquitectónicas, lo cual asegurará el mayor grado de satisfacción en su interior pero disminuyendo notablemente el consumo de energía.
De esta manera, las casas pasivas llevan esa denominación porque el tipo de diseño es pasivo, en este sentido, no funcionan prendiéndose o apagándose mediante un interruptor, sino que actúan de manera automática pues se encuentran incorporadas.
Este tipo de viviendas se encuentran en varias partes del mundo, principalmente en países escandinavos, Suiza, Alemania, Austria y Estados Unidos. Esto sería un claro ejemplo que se pueden conseguir valores bajos de consumo en climas complicados.
Las casas pasivas no solo se limitan a construcción desde cero, sino que también se puede reformar una casa para que posea este sistema. Una de las remodelaciones más emblemáticas de una casa normal hacia una pasiva se dio el año pasado en Estados Unidos. Esta fue la primera Casa Pasiva Plus de Norteamérica, y ahorra hasta el 90% de la energía útil para regular la temperatura del edificio (enfriar o calentar), mientras que el consumo de energía neta llega a ser cero.
Sus instalaciones fueron construidas originalmente a inicios de 1900. Quienes se encargaron de la obra a remodelar fueron los arquitectos de Baxt Ingui, que incluso expandieron el edificio para construir un nuevo tercer piso en la parte de atrás, con terraza incluida.
Una de las características más resaltantes de este tipo de casas es la capacidad de regular la temperatura. En hogares simples, un termostato digital regula el funcionamiento de los circuitos de calefacción, controla la temperatura mediante programación de encendido y apagado y optimiza el consumo de energía para reducir gastos.
Pero en las casas pasivas poseen un diseño que permite hacer lo mismo pero sin energía eléctrica, sino mediante la radiación solar. En este sentido, los rayos solares serán utilizados para calentar el interior del ambiente y la corriente de aire.
Además, tienen también ventanas y muros aislantes para que las pérdidas de calor sean mínimas. Las fachadas son muy estancas para evitar las entradas y salidas de aire de manera masiva. A esto, se suman las instalaciones de recuperación de calor, que permiten ventilar el ambiente sin perder la calidez de su interior.
El PassivHaus Institut se encuentra en Alemania, y es el que exige una serie de requerimientos para que una casa sea reconocida como pasiva. Principalmente, se refiere al consumo calorífico que permitirá calentar y refrigerar el ambiente, el cual no debe superar los 15 kWh/m² anuales.
Asimismo, el proyecto no se puede implementar de la misma manera en todas las zonas geográficas, por lo que es imprescindible que sea adaptable al clima en el cual se piensa construir.
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