Rocío Tapia es Arquitecta, Coach Profesional y Coach de Vida. Ella forma parte de ese 5% de arquitectos que han sabido reinventarse profesionalmente, a continuación nos cuenta una historia de optimismo, de buscar lo que te apasiona y de dejar atrás miedos y ataduras:
El coaching se fue gestando en mi interior desde el año 1996 aunque en ese momento no tenía ni idea de que existiera.
Yo, Rocío, que había entrado a estudiar esta profesión por vocación y que lo sabía desde que tenía 14 años, en ese año del 96 comencé a pensar que un gabinete psicológico a pie de puerta de la escuela resolvería muchas de los malos modos, estrés, angustias y frustraciones que venía observando en otros y experimentando en mi misma.
Posteriormente, trabajando en cierto lugar, y viendo que ya había pasado por tres espacios de trabajo, caí en la cuenta que el mismo modus operandi seguía existiendo fuera del recinto universitario, así que, busqué algo nuevo.
Preguntando y preguntando, fue cuando di con la figura del Project Manager inmobiliario y tomé un programa experto de formación. El liderazgo y la gestión de la diversidad me llamó especialmente la atención.
Hoy sé por mi formación como coach, que cuando algo te llama poderosamente la atención es un elemento externo donde proyectas algo que llevas dentro y, mientras corría el año 2006 y me preparaba para ser project manager inmobiliario, di con una página de coaching... et voilà!
Si con el project sentía un regusto, con esto comencé a vibrar en sintonía, pero claro, "Yo, arquitecta, ¿cómo dedicarme a algo que no procedía de mi rama madre? ¿cómo iba a comenzar de nuevo? ¿cómo me iba a rendir? ¿tantos años para nada?".
Con estas preguntas, me lo estaba enfocando y planteando... mal. Hoy sé que mi mentalidad de entonces seguía siendo "leal", una lealtad cruel por cierto, a una forma de ejercer tradicional y que eso mismo me provocaba malestar, angustia y un vacío tremendo porque desde el 96 ya sabía que ciertos comportamientos asociados no me gustaban.
Me estuve saboteando mucho tiempo, tanto es así, que me enteré de la existencia de unas oposiciones para ser arquitecto de Hacienda en el 2009 y allá que fui. ¿Sentía pasión o si acaso me gustaba o me llamaba la atención algo de ello?
El único objetivo era tener una plaza "supuestamente" segura para el resto de mi vida. Digo lo de supuestamente porque viendo lo que anda pasando, averigua cómo se sigue configurando el Estado y sus funcionarios.
Y siguiendo con el hilo, lo que pensaba era, "cuando tenga la plaza, me formaré como coach y me dedicaré al coaching por las tardes". ¿Qué pasó? Que no me dio tiempo a prepararme en la primera convocatoria y ya no se volvió a convocar, hasta este año 2013. Cuando me avisaron dije un rotundo NO.
¿Qué aprendí? Si no te gusta algo, déjalo, vas a emplear y gastar una cantidad de esfuerzo y recursos que podrías estar empleando en sacar adelante aquella nueva respuesta profesional con lo que vibrarás teniendo en cuenta el contexto actual donde estés.
¿Busqué enseguida el coaching? Fue mi "plan A", pero en ese entonces tuve que lidiar con la oposición paterna y con mi propia oposición. Nos movemos en sistemas y aquí había tres sistemas, uno el familiar, otro el profesional de la arquitectura tradicional y el otro, yo misma.
Tenemos una naturaleza social que nos provoca mantener lealtades con los sistemas de los que formamos parte. Si no, se produce un punto de quiebre tremendamente fuerte, porque ¿a quién se pertenece? ¿pierdo mis raíces?... ¿de dónde vengo? ¿a dónde voy? No tenía el dinero para formarme como coach.
Cuando alguien hoy día me cuenta que no tiene recursos, me acuerdo de aquél entonces. Conseguí el dinero, era tan fuerte el deseo que lo conseguí, pero, ¿me di permiso enseguida? No, "seguía mirando a papá". Ese es el error y ahí hay un gran aprendizaje a desvelar.
Hoy día en las sesiones, esa pregunta la lanzo "¿de quién estás esperando el permiso?". Permiso para ser tú, para buscar una nueva forma profesional, para vivir una vida plena. ¿De quién? Y cuando te das cuenta de ello y ves con ojos nuevos que la vida de cada uno es de cada uno y que soy yo quién se muy bien por dónde ir, se acabó el esperar más el permiso.
Así entré el primer día en la formación como coach teniendo muy claro que mi profesión era el coaching. Lo del coaching para arquitectos salió después. Y comencé a desaprender para reaprender, a investigar, a probar, a escuchar y a vivir.
Así visionando un streaming de las Ciudades Creativas a finales del 2010, escuché a Maravillas Rojo, ex secretaria general de empleo, y dijo algo que se me quedó clavado: "se van a destruir muchos empleos e incluso desaparecer. Otros tantos tendrán que innovar para seguir en el mundo".
Más tarde, en persona y metro y medio de mi, me emocioné, me pensé, resoné y me vi en las palabras de Van Johns, ex consejero de Obama durante su carrera presidencial:
"Hay alguien aquí, entre nosotros, que ahora mismo está escuchando un llamado, un llamado a la acción, a la contribución a este mundo y quiero decirte que tú puedes conseguirlo".
Los 20 jóvenes que estábamos en aquella aula con Alfonso Alcántara (@yoriento) aprendiendo cómo funcionaba twitter, nos vimos en "ese alguien".
Como no tenía nociones de emprendimiento, hice un máster para desarrollo de emprendedores, después me formé como practitioner en PNL, seguí con coaching ejecutivo, con coaching grupal, con coaching de equipos, con neurodidáctica y con emogestión, y sigo y seguiré, porque conociéndome como me conozco, navego vía curiosidad.
No echo de menos en absoluto la arquitectura tradicional. Mi mente, mis creencias, mis marcos de referencia han ido cambiando desde el punto "A" del año 1996 al punto "X" donde ando ahora, sabiendo que cuando llegue a la "Z" comenzaré con un nuevo abecedario en alfa, beta y gamma y así hasta el infinito.
A mi esto me apasiona y es que ni estando enferma logro parar porque hay algo mucho más grande que yo misma que me impulsa y que me mueve, que me emociona y con el que vivo y revivo cada día. Acabo de leer, hoy 29 de noviembre del 2013, esto en el blog de Eduard Punset:
«La clave del éxito no está en la especialización sino en encontrar tu pasión, en descubrir aquello que realmente disfrutas haciendo».
Y veo mi verdad en tales palabras: "mi pasión me ha llevado a mi especialidad". Y es que en todo este periplo descubrí que la vocación no es una profesión.
Con la vocación naces y después descubres un entorno social y en este entorno social das con ciertas formaciones y entonces eliges "de lo que hay" y crees limitadamente que esa profesión es tu vocación y crees limitadamente que sólo hay una forma de ejercer una profesión, cuando esa vocación es una necesidad de contribución a la sociedad para que sea mejor.
Estructurar, construir y gestionar forman parte de la arquitectura y forman parte de mi especialidad como coach de arquitectos donde confronto, reto y facilito nuevos enfoques, alternativas y competencias para que otros compañeros arquitectos encuentren su lugar y su nueva actuación en el mundo.
No participo en la opinión de buscar recetas de salidas profesionales ya que hoy día lo que se requiere es una reinvención profesional que requiere mucho de lo personal, ya que es en nuestro cerebro donde radica nuestra creatividad, nuestra inteligencia emocional y social, donde radica nuestra capacidad para detectar lo que no funciona en este entorno nuevo y cambiante para darle una respuesta profesional nueva, creativa e innovadora que sea funcional en las actuales circunstancias.
Rocío Tapia
Arquitecta Coach
Queremos agradecer personalmente a Rocío que nos haya contado de primera mano en que consiste el Coaching y le deseamos toda la suerte del mundo. Os invitamos a pasaros por su web y aprender más sobre el mundo del Coaching.
CURSOS Y MASTERS PARA ARQUITECTOS
Si estás interesado en Cursos o Másteres, échale un vistazo a nuestra selección de programas de formación específicos para arquitectos.VER TODOS LOS CURSOSTal vez te interese:
50 trabajos que puede hacer un arquitecto
¿Cómo encontrar trabajo de arquitecto?