En este post Joan Vergara de ARQcoaching nos explicará cómo confeccionar nuestro Curriculum Vitae como arquitectos. Probablemente no encontrarás un artículo más completo sobre el tema en toda la red. Esperamos que te sea útil.
Antes de nada, te recomiendo que complementes tu estrategia de búsqueda de empleo con nuestras listas de estudios de arquitectura. Las puedes ver a continuación:
Joan es arquitecto y coach de arquitectos y entre otras cosas está especializado en ayudar a encontrar trabajo a profesionales de la arquitectura, como por ejemplo a través de la mejora del curriculum. Adelante Joan.
¿Cómo elaborar el CV para un arquitecto?
La elaboración del CV para un arquitecto es un tema que tiene su miga y siempre está abierto a discusión. Es más, ¿tiene sentido hoy en día planteárselo? Seguramente sí, pero ¿en qué términos? ¿Sirve mantener el CV tradicional como herramienta de búsqueda y de selección?Vamos a ver cómo ha evolucionado el CV, qué papel juega en el contexto actual y algunas recomendaciones para su elaboración.
Este artículo es largo, pero te recomiendo que te tomes 10 minutos y lo leas hasta el final. Un pequeño índice:
El CV para un arquitecto y los cambios en los procesos de selección
CV 1.0 versus CV 2.0
El CV 2.0 para un arquitecto
¿Qué es exactamente el CV 2.0?
¿Cómo diseñarlo?
El CV 1.0 (mejor 1.5) para un arquitecto
Diseño del CV 1.5. Claridad y brevedad
Información personal en el CV
Experiencia laboral
Formación
Idiomas
Competencias
Habilidades blandas
Proyectos y obras realizados
Concursos y premios
Otros contenidos
Adaptación del CV 1.5 a la oferta
Adaptación del CV 1.5 al reclutador
¿Cómo lo haces tú?
El CV para un arquitecto y los cambios en los procesos de selección
Cuando llegaba el año 2000 y andaba yo por la Escuela de Arquitectura, nos decía todo el mundo que los cambios de siglo son convulsos. Pues la convulsión está durando. Parece que el siglo XXI no va a esperar al cambio de siglo para seguir siendo convulso.Estas metamorfosis aceleradas que se han producido y se siguen produciendo se manifiestan en todos los órdenes de la vida. El empleo es uno de ellos, y no digamos en el sector de la arquitectura.
El puesto de trabajo ha pasado a ser un bien de lujo, y la competencia para conseguirlo es feroz. Aspectos como la marca personal o la búsqueda de la diferenciación respecto de otros miles de candidatos son ahora fundamentales para optar a una ocupación.
No sólo nos exigen dos carreras, tres master y doctorado para existir en el mundo del empleo. Además de este proceso de inflación académica (tal y como lo denomina Sir Ken Robinson), también se ha hecho más necesario que nunca pulir nuestro sistema para encontrar trabajo. Lo de enviar el currículums y esperar a ver ya no sirve (en realidad, nunca ha sido una idea brillante).
Por otro lado, el acceso a la información (incluidos datos sobre todos nosotros) es muchísimo más sencillo que hace una década. Vamos dejando rastros en la red, incluso sin tener una presencia online fuerte y clara.
Cada vez más empresas buscan a sus candidatos en internet. Sí, los buscan, muchas veces ni siquiera emiten una oferta de empleo. El 80% de los puestos se cubre por relaciones, y a veces esas relaciones se fomentan online.
En este contexto, ¿para qué sirve un CV para un arquitecto existiendo la reputación online?
CV 1.0 versus CV 2.0
El CV tradicional es el baluarte de un sistema de selección que está muerto. Bueno, moribundo.Este CV 1.0 es un documento que, supuestamente, condensa todos los elementos que permiten filtrar si somos buenos candidatos a un puesto o no. Se centra más en lo que hemos hecho que en lo que somos capaces de hacer, y resulta realmente difícil comprobar si todo lo que pone ahí es cierto.
Además, tiene unas limitaciones de formato importantes, que impiden transmitir muchas cosas. Por ello, se le suelen unir cartas de presentación, referencias y, en el caso de los arquitectos, portafolios.
El CV 1.0 es un camino empedrado, lleno de baches, lento, poco eficiente, y no te permite circular con tu Ferrari personal. Vas en carro.
Existen mejores autopistas para tu Ferrari, o directamente puedes dar el salto y ponerte a pilotar un F-14 Tomcat. Eso es el CV 2.0.
(Me ha venido a la mente un viejo anuncio de Teletienda que me hacía mucha gracia, y que decía algo así: “¿Todavía va en carruaje? Entonces, ¿por qué pinta con brocha?”).
La cuestión es que estamos en una transición en la selección y búsqueda de empleo, transición que se está alargando mucho (probablemente, hasta que la generación millennial empiece a ser mayoritaria entre los reclutadores).
Dicho de manera burda, estamos pasando del sistema CV 1.0 + entrevista a otro más abierto basado en el CV 2.0.
Por eso, vas a necesitar cuidar tu CV 2.0 pero también tener en la recámara otro más tradicional, puesto que muchos empleadores todavía te lo van a pedir. Eso sí, intenta que éste último sea más bien un CV 1.5 (un carro, pero tuneado).
Vamos a hablar de ambos, porque creo que necesitarás los dos, aunque una vez tengas tu CV 1.5 elaborado, intenta no utilizarlo.
El CV 2.0 para un arquitecto
¿Qué es exactamente el CV 2.0?
Bajo mi punto de vista, el CV 2.0 no consiste en tener un CV 1.0 subido a internet (existen herramientas bastante buenas para hacerlo: about.me, visualize.me…). Esto puede resultar útil en ciertos momentos, y puede ser una parte, pero no la totalidad.El CV 2.0 es un ecosistema. Transmite muchísima más información sobre ti (a veces más de la que quisieras). Incluye varias cosas: tus perfiles en redes sociales (LinkedIn es ya un estándar para los reclutadores), tus interacciones, tus opiniones, tus actividades, eventos, trabajos…
Y, por supuesto, tu mejor CV es tu blog. En él puedes mostrar de qué eres capaz, expresarte, transmitir tus valores, utilizar formatos visuales (mira el vídeo en este otro post de Arquiparados), etc.
Un reclutador que acceda a tu CV 2.0, a tu ecosistema, podrá conocer con facilidad tus datos más típicos, como experiencia y formación, pero también quién eres ahora mismo, qué puedes hacer, cuáles son tus valores, conocimientos, habilidades, competencias, todo ello teniendo tu portafolio a mano. Fusionado.
En lugar de leer “inglés nivel medio” en un papel, podrá ver cómo conversas con otro arquitecto en ese idioma. Y en vez de creerse lo de “especialista en arquitectura sanitaria”, podrá leer tu artículo sobre la polaridad entre las áreas de pediatría y maternal en centros de salud.
El CV se desmaterializa y converge poco a poco hacia la marca personal, y el proceso de búsqueda y caza de empleo va mutando hacia fomentar la atracción para ser “encontrado” por el reclutador.
En este sentido, esa capacidad de atracción gracias a tu CV 2.0 y al networking va a determinar en gran medida el éxito en tu objetivo de conseguir un trabajo.
Primero, porque una parte importante no la puedes “diseñar”. Se ha estado diseñando ella sola desde que naciste mientras formabas tus valores, estudiabas, trabajabas, interactuabas...
Segundo, porque es muy complicado sistematizar estas cosas, ya que cada caso es un mundo. Hablamos de diferenciarnos resultando valiosos. Por lo tanto, en lugar de recetas en el CV para un arquitecto, será mejor considerar algunos criterios generales.
- Todo nace del autoconocimiento. Si no sabes en qué te desenvuelves bien y qué te puede diferenciar de los demás, casi da lo mismo tu CV.
- Piensa en tu propuesta de valor. Condénsala en un elevator pitch, y aproxímate también a tu relato personal añadiendo elementos emocionales. Todo ello lo puedes usar en tus perfiles y blog.
- Sé proactivo. Si tienes un perfil en una red social, mantenlo activo. Si tienes un blog, escribe con cierta regularidad (contenido de calidad, claro). Contacta, comenta, crea.
- Orienta tu actividad hacia tu propuesta de valor. Si lo tuyo es la tasación de bienes inmuebles, no te pases el día hablando del espacio de Mies.
- Gestiona tu privacidad. No querrás que tus fotos con dos copas de más haciendo la conga formen parte de tu CV 2.0.
- LinkedIn es una obligación. Recomiendo también tener presencia fuerte en otra red social (dependiendo mucho de tu objetivo). Si puedes crear algún grupo propio, mejor. Y, por supuesto, tener un blog.
- Tus actividades te definen. Propón cosas, opina, relaciónate con personas, organiza algún evento. Busca algo de repercusión.
- Céntrate en el presente y proyéctate al futuro. Que se vea qué puedes hacer por la persona que te va a contratar y por su cliente final.
El CV 1.0 (mejor 1.5) para un arquitecto
Si te ves en la circunstancia de que tu reclutador te pide expresamente un CV tradicional para incluirte en un proceso de selección a la antigua usanza, lo cual sigue siendo habitual, todo lo anterior te puede resultar útil, pero también vas a tener que cuidar ese CV tradicional.Y, como hemos dicho, intenta que sea 1.5, tratando de dirigir al reclutador desde él hacia los elementos que conforman tu ecosistema 2.0.
Como toda primera impresión, es crucial. Además de cumplir el objetivo de hacerte pasar un primer filtro muy impersonal en el que el reclutador reduce la lista de candidatos, este CV comienza a formar una imagen de ti en su mente.
No sólo eso, también será posiblemente la base sobre la que girará una parte importante de una posible entrevista posterior. Todavía se hace así muchas veces, es lo que hay.
Así pues, además de captar la atención del seleccionador, con este CV deberías comenzar a diferenciarte del resto y a transmitir tu propuesta de valor.
Y más vale que puedas aportar algo. Con esto te quiero decir que si una oferta de trabajo no está alineada de ningún modo con tu propuesta de valor, te recomiendo no presentarte. Un 85% del éxito en los procesos de selección es la adecuación al puesto.
Si disparas a todo lo que se mueve sin ton ni son, sólo conseguirás perder tiempo, energía y recursos. Y motivación.
Vamos a ver algunos criterios para tu CV 1.5 (algunos también te pueden servir para tu 2.0, esto no es excluyente).
Diseño del CV 1.5. Claridad y brevedad
La primera palabra clave es claridad.
Me he encontrado con algunos CV que eran realmente difíciles de leer, desordenados o kilométricos. El seleccionador recibirá un impresión muy negativa, si es que llega a leer el documento.
Sobre la base de esta idea de claridad, aplica tu creatividad.
Somos arquitectos, se supone que esto se nos da bien. Aun así, creo que es mejor no intentar hacer “la obra del siglo”. Seguramente funcione mejor correr menos riesgos y hacer algo más o menos sobrio. Han llegado a mis manos infografías realmente bonitas, pero casi incomprensibles.
El tipo y tamaño de letra deben ser suficientemente claros para que se lea con comodidad. No te voy a aconsejar tipografías, creo que todos entendemos que Comic Sans no es una buena opción.
La información debe estar ordenada de tal modo que se puedan identificar rápidamente los elementos importantes (los que conectan tu propuesta de valor con la oferta) al primer golpe de vista.
Imagina que tú fueras el seleccionador, que leyeras el CV y que te quisieras quedar con los aspectos fundamentales. Diséñalo de modo que luego no necesitaras subrayarlo con un fluorescente para encontrar algo.
Que haya espacio libre, que “respire”. Cuando la información se amontona es realmente agobiante.
La segunda palabra clave es brevedad. Dos hojas DIN A4 es una buena orientación. Lleva a cabo una labor de selección y sintetización. Sin piedad.
Cuanto más largo sea tu CV, menos probabilidades habrá de que el seleccionador se lo lea, es así. Reducir cuesta, pero debes centrarte en lo más relevante para la oferta de trabajo.
Además, ten en cuenta que lo más importante debe figurar antes, porque muchas veces el reclutador no llega al final del CV. Se dice que en unos 8-10 segundos decide si sigue leyendo o no.
1. Información personal en el CV
Los datos personales que deben aparecer son tu nombre y apellidos y modos de contactar (no olvides tu email). Existe discusión respecto a la fecha de nacimiento. No hace falta ponerla. Tu DNI y estado civil tampoco son necesarios en absoluto.Aquí debes poner enlaces a tu blog y a tu perfil de LinkedIn. Puedes añadir alguna red social en la que tengas presencia activa. Aprovecha si es un pdf para poner links y llevarte al reclutador a tu ecosistema 2.0.
La foto es un elemento controvertido. Yo me postulo a favor de ponerla (excepto si te lo prohíben, como en algunos países). Al final, tratamos con personas, y la imagen da una proximidad difícil de conseguir con otros medios. A los humanos nos gustan las caras, nos recordarán mejor. Además, nos van a encontrar enseguida en internet, ¿no?
Eso sí, que sea una foto profesional. Sonríe y muestra una actitud confiada. Evita las fotos recortadas de una noche de fiesta o de la piscina. Cuida la iluminación y la definición.
Si estás atado al formato papel, para tunearlo un poco una opción es añadir un código QR que enlace con un sitio que aporte más valor (por ejemplo, tu blog).
2. Experiencia laboral
Se suele colocar la experiencia justo después de la información personal y por delante de otros contenidos, pero esto depende mucho de las condiciones del puesto.Dentro de este apartado, el orden también es objeto de discusión. El más utilizado y que suele funcionar bien es el cronológico inverso, es decir, referir tu último puesto en primer lugar y remontarte hacia atrás en el tiempo.
Puedes también seguir un criterio funcional. Si has tenido actividades en campos diferentes, pon en primer lugar las que concuerden con la oferta de trabajo.
En cada una de las referencias debes incluir el periodo de tiempo, la empresa, el puesto ocupado y tus logros y funciones más importantes. Todo muy resumido, pero destacando los casos de éxito y cómo conectan con tu propuesta de valor y las condiciones del puesto.
Que se vea de qué eres capaz a día de hoy.
3. Formación
La formación puede ir después de la experiencia, aunque tal vez en ese lugar nos interese más poner los idiomas. Como siempre, depende de lo que pese más respecto a las condiciones del puesto.Separa las titulaciones oficiales del resto de formación.
Como norma general, ordénalas en función de su importancia en relación al puesto de trabajo. Creo que no hace falta decirlo, pero no incluyas dónde estudiaste Primaria o Secundaria, no es relevante.
Pon las calificaciones solamente si son muy destacables, por ejemplo, una matrícula de honor en el PFC.
La formación complementaria irá después.
No la pongas toda (salvo que tengas muy poca), selecciona. Con el paso del tiempo acabamos juntando un montón de cursos de todo tipo, y probablemente muy pocos de ellos son relevantes para el puesto de trabajo al que optamos. Quédate con esos, y si quieres con alguno que sea especialmente importante o llamativo.
4. Idiomas
Los idiomas se han independizado a un apartado propio y van subiendo cada vez más arriba en el CV para un arquitecto.En algunos casos te puede interesar que aparezcan al principio, por ejemplo cuando son un requisito indispensable para el puesto de trabajo o un factor decisivo que te va a diferenciar del resto de candidatos.
El famoso “Inglés nivel medio” ha hecho mucho daño, puesto que ha restado credibilidad a todas aquellas personas que sí tienen ese nivel y que lo expresan así. Ahora mismo, no es muy buena idea usar esa expresión.
Una mejor opción es referirse al Marco de Referencia Europeo (A1, A2, B1…) u otra clasificación aceptada. Indica para cada idioma tu nivel, y si tienes algún título que lo acredite, ponlo.
Procura ser honesto. Puede que en una hipotética entrevista te toque demostrar que realmente tienes el nivel que has indicado, y no querrás acabar protagonizando uno de esos chistes que circulan por Twitter.
-¿Nivel de Inglés?
-Alto.
-¿Cómo se dice “yo libro los lunes”?
-I book on Mondays.
-Contratado.
5. Competencias
Este apartado también está en expansión, e incluye varios conceptos que bien podrían tener su epígrafe propio.Para empezar, en el CV para un arquitecto es especialmente importante el dominio de programas informáticos. Además de los mínimos usuales del mercado laboral (Office, Internet…) y de los estándares propios de la profesión (AutoCAD…), se valora muy positivamente el manejo de otros programas.
El mundo BIM es ya el presente. La competencia en programas de cálculo de estructuras o mediciones y presupuestos también tiene un alto grado de consideración.
Además, si te mueves con soltura en el mundo 2.0 y con ello puedes aportar algo al puesto de trabajo, se te valorará positivamente.
Si tienes cualquier otro tipo de competencia que pueda ser interesante para el perfil solicitado, ponla sin reparos.
6. Habilidades blandas
Un caso particular es el de las habilidades blandas, fundamentales para el desempeño en cualquier puesto pero difíciles de transmitir en un CV tradicional. Aquí, el 2.0 gana por goleada. ¿Cómo lo hacemos?Seguro que has visto por ahí listados de palabras que no pueden faltar en un CV, palabras como proactividad, liderazgo, trabajo en equipo, flexibilidad, enfrentarse a nuevos retos…
Si te das una vuelta por LinkedIn te las encontrarás casi en cada perfil, además de comprobar que hoy en día todo el mundo es CEO, aunque sea de la República Independiente de su Casa.
Estas palabras no tienen nada de malo, puesto que además definen habilidades muy necesarias y apreciadas, el problema es que están muy gastadas y se han trivializado, porque además ponerlas en el CV es gratis. Suenan a tópico, a “Inglés nivel medio”. Como aquello de “soy demasiado perfeccionista”.
No es necesario volverse loco para evitarlas, pero está bien que no las pongas todas en tu CV. Algunos de estos conceptos puedes expresarlos de maneras un poco diferentes, y creo que es positivo que te centres en las habilidades que tú realmente tienes para transmitirlas mejor.
Si realmente se te da bien, por ejemplo, trabajar en equipo, piensa en algún caso en el cual te haya resultado útil para lograr resultados y en cómo te manejaste, y transmítelo con una redacción sexy.
Este apartado de competencias es importante, y dependiendo del tipo de oferta de trabajo o del reclutador, te puede interesar destacarlo mucho.
7. Proyectos y obras realizados
Esta parte suele ser importante dependiendo del puesto, aunque nuevamente debes hacer una gran labor de síntesis. Normalmente entregarás un portafolio, por lo que puedes simplemente hacer una pequeña referencia y remitirte a él.Si no tienes posibilidad de hacerlo, creo que en tu CV 1.5 deben figurar al menos tus realizaciones más importantes. Si lo puedes entregar en pdf, está bien que cada referencia lleve un link hacia tu web, en la que se describa visualmente el proyecto. Lleva al reclutador hacia tu ecosistema 2.0.
Pon tus mejores trabajos en calidad, volumen o significado, y ordénalos. Primero, los que has realizado en solitario. Después, los que has hecho en colaboración.
Cuidado, te recuerdo la necesidad de sintetizar, aquí es muy fácil extenderse si has hecho muchas cosas. Las obras son como hijos nuestros, y cuesta no mencionarlas. Hay que hacer un esfuerzo.
8. Concursos y premios
Es un punto positivo incluir reconocimientos que te han dado los demás, eso es indudable. Yo recomiendo ponerlos casi siempre, salvo que no sirvan absolutamente para nada respecto de la oferta.Puedes poner el nombre del concurso, premio o certamen, la fecha, el reconocimiento recibido y si era en solitario o en compañía de algún otro profesional.
Creo que es mejor ordenarlos por importancia en lugar de cronológicamente, en especial si hay alguno que coincida con la actividad a desarrollar en el puesto de trabajo.
9. Otros contenidos
Puedes incluir más cosas si consideras que van a suponer una ventaja. Si no, utiliza el espacio para otras más importantes.Por ejemplo, puede estar bien poner algunas de tus aficiones para dar una pequeña pincelada personal o si tienen algo que ver con la actividad a desarrollar. Eso sí, huye del estándar “Viajar y salir con mis amigos”. Exprésate con un poco de creatividad.
Algunos reclutadores penalizan aficiones que suponen riesgo. No quieren que te rompas algo y te cojas una baja. Si haces salto base, yo no lo pondría en el CV.
El voluntariado o acciones similares están muy bien valorados, especialmente por cierto tipo de reclutadores, y deberías incluirlo. Si está muy relacionado con el puesto de trabajo, destácalo en un epígrafe aparte y que suba en el orden de tu CV.
Pasa lo mismo con la pertenencia a algunas organizaciones.
También debes esforzarte por incluir cualquier cosa que te pueda resultar una ventaja competitiva según la oferta. Ingéniatelas para que figure en alguno de los apartados anteriores, o simplemente crea uno propio para ese elemento que te puede hacer destacar.
Adaptación del CV 1.5 a la oferta
Si has logrado la oferta a través de tu CV 2.0, poco te queda por adaptar, probablemente estará bastante alineada con lo que ofreces. La habrás conseguido haciendo networking, siendo visible, aportando valor en tu blog… Atrayendo.Si por el contrario has visto una oferta en la que te piden un CV tradicional, la adaptación a la misma de tu 1.5 es necesaria. No me refiero a cambiar por completo en relación al puesto, ya que te he recomendado no presentarte a puestos que no estén mínimamente alineados con tu propuesta de valor.
Pero sí puedes modular cosas. Por ejemplo, si se valoran especialmente los idiomas y la experiencia internacional, ponlos más arriba.
Puedes incluso eliminar cosas para centrar la atención en las que más te interesen.
Al reclutador de una sociedad de tasación le importará más bien poco que ganases un concurso para ampliar un ayuntamiento. El “arquitecto autor” no valorará demasiado saber que tienes 3 años de experiencia en tasación de bienes inmuebles.
Es un trabajo adicional que hace que tu CV 1.5 esté adaptándose continuamente a diversas ofertas, pero es fundamental que el documento que presentes conecte con el perfil que busca el reclutador.
Adaptación del CV 1.5 al reclutador
Esto también tiene su importancia, pero muchas veces lo dejamos de lado. Normalmente, porque no conocemos a la persona que se va a encargar de filtrar nuestro CV.Puedes hacer un poco de investigación para intentar averiguarlo, y si lo sabes tendrás la oportunidad de adaptar tu documento en cierta medida a los ojos de quien lo va a analizar.
Si sabes que tu reclutador es un millennial que vive en la nube y ha trabajado alrededor del mundo, probablemente le dará bastante importancia a tus habilidades tecnológicas, idiomas y adaptabilidad (siempre que esto encaje con el puesto).
Si duda entre dos candidatos, y tú has enfatizado estas competencias, seguramente te llevarás el gato al agua.
¿Cómo lo haces tú?
Así pues, mi recomendación es que te pongas en serio con tu CV 2.0 y lo trabajes y mantengas a diario, y que tengas en la recámara ese CV 1.5 para cuando sea imprescindible.Pero esa es mi visión personal de un tema abierto a múltiples enfoques. El CV para un arquitecto puede abordarse de maneras diversas, y creo que existen pocas verdades absolutas.
Si has tenido el ánimo de llegar al final de este largo artículo, te propongo que compartas tus experiencias.
No me queda más que dar las gracias a Arquiparados por abrirme su casa para publicar y por la labor que hacen día a día desde hace años. Chapó.
Y a ti te pregunto si crees que falta algo, sobra, piensas que harías las cosas de otro modo, o tienes algún truco. Coméntalo aquí abajo. A ver si abrimos debate y entre todos logramos llegar a las mejores soluciones posibles.
Gracias por leerme. Que tengas un buen día.
Sobre el autor:
Soy Joan Vergara. Soy arquitecto y coach de arquitectos.He creado ARQcoaching, donde ayudo a profesionales de la arquitectura a conseguir un empleo, a lograr más y mejores encargos y a realizarlos con la máxima efectividad para que puedan vivir y disfrutar de esta maravillosa profesión.
Espero poder ayudarte compartiendo mis conocimientos.
Agradecemos desde arquiparados la colaboración desinteresada de Joan. No dejes de pasarte por su web, seguro que encuentras algo para ti.
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