En los últimos años han cobrado gran importancia los productos para bebés y madres primerizas. En efecto, se trata de un segmento en crecimiento. Uno de los sectores beneficiados tiene que ver con las habitaciones infantiles en las viviendas. Hace no mucho tiempo se trataba de un cuarto más, pero en estos tiempos ha adquirido otra connotación.
Estos espacios deben ser flexibles y muy fáciles de transformar, con el objetivo de que se adapten al crecimiento del pequeño. Por ende, se necesita un área sencilla, simple y cómoda, sin muchos adornos para no saturar en espacio y para que la limpieza sea una labor sencilla.
Recordemos que los bebés necesitan espacio cuando empiezan a caminar. Otro aspecto importante tiene que ver con la seguridad. Se requiere un mobiliario accesible y seguro, que no represente ningún peligro para el niño.
Pero eso no es todo. Los bebés necesitan espacios que estimulen su imaginación, que encuentre divertido y no se canse de permanecer allí. De este modo, los padres no deberán cambiarlo constantemente de lugar porque no se siente cómodo.
Disponer de un espacio con estas características no es tarea complicada. Eso sí, se requiere una adecuada planificación y distribución. Ello debe realizarse teniendo en cuenta la edad y actividades del niño. Hay que diferenciar las necesidades de cada uno respecto de su edad.
Hay que partir de habitaciones infantiles de 2 a 6 años, de 7 a 12 años y de 11 años en adelante. En el último caso sería una habitación diseñada para un adolescente o joven.
Si contamos con un espacio adecuado, se recomienda distribuir la habitación en tres zonas: descanso, juego y estudio. De acuerdo a la edad, se dará más importancia y espacio a una u otra zona. Por otra parte, si disponemos de un espacio limitado, podemos emplear mobiliario con ruedas, plegable o abatible, que permita un uso flexible y polivalente del ambiente. De este modo, le sacaremos el máximo provecho.
El cuarto del bebé debe tener elementos indispensables como la cuna y el cambiador. No obstante, también se han incorporado otros muebles como un armario, una mesa auxiliar y un sillón de lactancia. En la mesa auxiliar se colocarán todos los objetos para ambos: dosificador de leche, biberón, sacaleches, escurre biberones, entre otros. Asimismo, el sillón de lactancia debe estar ubicado en una zona estratégica en la habitación del bebé. Este punto es realmente importante.
La lactancia crea un vínculo materno irremplazable, por ello la zona donde se lleve a cabo debe brindar todas las facilidades necesarias. Actualmente, existen una serie de productos, como los que hemos mencionado antes, que serán de gran ayuda durante este periodo.
Respecto al mobiliario, es fundamental que sea homologado, ignífugo y fabricado con materiales no tóxicos para protección del bebé. Para economizar gastos, muchas parejas optan por aquellos con dimensiones que adecuadas para cuando el niño crezca.
En tanto, hay otro que irá cambiando con la edad: las cunas, cambiadores, camas, mesas, escritorios, muebles contenedores (armarios, cestas, estantes, etc.), entre otros. Durante los primeros años también resulta conveniente fijar los muebles a las paredes, puesto que los niños suelen intentar escalarlos. Del mismo modo, hay que evitar los ángulos puntiagudos o aristas afiladas. El mobiliario debe estimular la imaginación en los niños, para ello resultan útiles algunos elementos como pizarras en la pared.
Hay diseñadores que se han especializado en mobiliario infantil, de modo que siempre se puede recurrir a especialistas en el tema para obtener resultados más profesionales. Si lo hacemos por cuenta propia, no olvidemos garantizar el orden y la seguridad en la habitación del bebé o niño.
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